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viernes, 21 de agosto de 2009
Nota Notoria del 21 de Agosto
Servir hasta dar la vida
Fuente: Info-Scout del 8 de Julio de 2009
Muchas calles, plazas y paseos llevan el nombre de próceres y personajes grandes de la Historia. Pero dos, en la ciudad de Bahía Blanca, honran a un scout que cumplió su Promesa incluso a costa de su propia vida.
Hugo Daniel Eizaguirre era scout del Grupo San Roque, de la ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). El servicio militar lo tenía alejado activamente del scoutismo. Pero cuando las circunstancias lo pusieron en ese lugar, supo honrar el viejo mandato que dice “scout un día, scout toda la vida”, y no dudó en ayudar a una señora víctima de un asalto en una calle céntrica. Los gritos de la víctima –a quien robaban su cartera- alertaron a este joven, que corrió en su auxilio y persiguió a un ladrón hasta alcanzarlo. Al llegar junto a él, recibió varias y graves heridas de arma blanca. Curiosa y lamentablemente, los diarios de la época destacan que “permaneció varios minutos tirado sin que nadie le prestara auxilio”, y sus amigos recuerdan que hubo autos que no quisieron parar para llevarlo a un hospital. Cuando por fin llegó al quirófano, nada pudieron hacer los médicos para salvarlo, y a los pocos minutos marchó para armar su carpa junto a la del Gran Jefe.
Para recordar este gesto, la Asociación Scout solicitó al Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca establecer un recordatorio para este scout fallecido en un acto de servicio. Así, por Ordenanza Nº 7054 del 15 de octubre de 1992, se dispuso la colocación de un busto en su homenaje y la denominación de una plaza como “Hugo Daniel Eizaguirre” en el barrio Palihue. Dos años más tarde, en la zona de la ciudad donde habitara, y por Ordenanza Nº 8225 del 16 de setiembre de 1994, se le dió su nombre a un pequeño paseo peatonal.
Además –y quizás en el homenaje que a Hugo más le hubiera gustado- tiempo después el Clan Rover del Grupo San Roque adoptó su nombre, como forma de mostrar un ejemplo de cumplimiento de la Ley y la Promesa.
El jueves pasado se cumplieron 23 años de su fallecimiento, ocurrido un 2 de julio de 1986. Vale la ocasión para dar a conocer la historia de este joven que hizo carne el mandato del saludo scout: “el mayor protege al menor”. Tanto, que sirvió hasta dar la vida.
Hugo Daniel Eizaguirre era scout del Grupo San Roque, de la ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). El servicio militar lo tenía alejado activamente del scoutismo. Pero cuando las circunstancias lo pusieron en ese lugar, supo honrar el viejo mandato que dice “scout un día, scout toda la vida”, y no dudó en ayudar a una señora víctima de un asalto en una calle céntrica. Los gritos de la víctima –a quien robaban su cartera- alertaron a este joven, que corrió en su auxilio y persiguió a un ladrón hasta alcanzarlo. Al llegar junto a él, recibió varias y graves heridas de arma blanca. Curiosa y lamentablemente, los diarios de la época destacan que “permaneció varios minutos tirado sin que nadie le prestara auxilio”, y sus amigos recuerdan que hubo autos que no quisieron parar para llevarlo a un hospital. Cuando por fin llegó al quirófano, nada pudieron hacer los médicos para salvarlo, y a los pocos minutos marchó para armar su carpa junto a la del Gran Jefe.
Para recordar este gesto, la Asociación Scout solicitó al Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca establecer un recordatorio para este scout fallecido en un acto de servicio. Así, por Ordenanza Nº 7054 del 15 de octubre de 1992, se dispuso la colocación de un busto en su homenaje y la denominación de una plaza como “Hugo Daniel Eizaguirre” en el barrio Palihue. Dos años más tarde, en la zona de la ciudad donde habitara, y por Ordenanza Nº 8225 del 16 de setiembre de 1994, se le dió su nombre a un pequeño paseo peatonal.
Además –y quizás en el homenaje que a Hugo más le hubiera gustado- tiempo después el Clan Rover del Grupo San Roque adoptó su nombre, como forma de mostrar un ejemplo de cumplimiento de la Ley y la Promesa.
El jueves pasado se cumplieron 23 años de su fallecimiento, ocurrido un 2 de julio de 1986. Vale la ocasión para dar a conocer la historia de este joven que hizo carne el mandato del saludo scout: “el mayor protege al menor”. Tanto, que sirvió hasta dar la vida.
Fuente: Info-Scout del 8 de Julio de 2009
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